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El derecho a votar. ¿Pueden las TIC garantizar elecciones transparentes?

En un contexto marcado por políticas que tienden a la modernización del estado y del intenso debate legislativo sobre una reforma del código electoral, que pone de relieve a la transparencia como eje principal, la implementación del voto electrónico se instala en la actual agenda política de Argentina y despierta controversia.

El debate es sostenido por aquellos que ven en el voto electrónico la panacea que resolvería los problemas relacionados con el acto de votar (transparencia, seguridad, aumento de la participación, reducción de costos y reducción de los tiempos para validar y contar los resultados) y aquellos que advierten que un acto soberano como es votar no puede quedar en manos de un reducido grupo de expertos que proponen una tecnología que es opaca para la mayoría de la población que participa y legitima todo proceso electoral.

La reflexión respecto de la inclusión de la tecnología en una sociedad, sus potencialidades, sus riesgos, el lugar que ocupan los saberes tecnológicos, el acceso de toda la comunidad, son ejes que participan de este análisis.

Contexto político y legislativo

En 1912 la Ley Roque Sáenz Peña [1] declaró que en Argentina el voto es universal, secreto y obligatorio para todos los mayores de 18 años. Sin embargo es necesario mencionar que la universalidad no incluyó a las mujeres hasta 1947. [2]

La normativa que regula el acto eleccionario es el Código Electoral Nacional, Ley 19.945 [3], y data de 1972. La Ley fue modificada por la Ley 20.175, en 1983, año en que Argentina recuperó la democracia luego de la más cruenta dictadura militar que padeciera el país. En los años 90 la aplicación de políticas neoliberales conllevaron un debilitamiento del Estado y la pérdida de confianza en la representación política. Esto provocó una reducción de la participación electoral de la ciudadanía y un aumento del voto en blanco.

En este contexto, el gobierno nacional impulsó una reforma política que derivó en la sanción de la Ley de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y Equidad Electoral N° 26.571 [4]  y que contempla una Reforma al Código Electoral, actualmente en tratamiento, “tendiente a brindar a la ciudadanía un sistema más moderno, ágil, transparente y dotado de seguridad jurídica para el electorado".

Sus principales temas son el financiamiento de los partidos políticos y las campañas electorales, la digitalización de los padrones, la implementación de las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) –concretada en 2011–, el uso de una boleta única en reemplazo del sistema que utilizaba una boleta por partido y la informatización del documento nacional de identidad y captación de datos biométricos a través de sistemas informáticos. Este último tema fue resistido por el excesivo registro de datos personales de las personas.

En este marco, el voto electrónico generó controversias originaron disidencias públicas hasta en los círculos más cercanos de la presidencia. [5] Si bien Argentina hoy no cuenta con una legislación que promueva el voto electrónico, algunas ciudades y provincias ya han realizado, desde normativas locales pruebas experimentales de variado alcance. Cuatro proyectos legislativos sobre voto electrónico circulan por estos días por la Cámara de Diputados que están siendo analizadas por diferentes comisiones legislativas [6]:

  • "Sistema de voto electrónico de boleta única y sistema de recuento provisorio de votos", de dos diputados del oficialismo en Salta, provincia referente hoy en la implementación del voto electrónico.
  • "Voto Electrónico con soporte documental", proyecto de una legisladora bonaerense y un diputado también de Salta.
  • "Implementación del Voto Electrónico en la Argentina", proyecto de una diputada del PRO de la ciudad capital. Este proyecto ha generado aún mayor alarma, ya que menciona entre los datos a incluir en la terminal electrónica el número de DNI del votante.
  • "Voto Electrónico. Implementación a partir de las Elecciones Primarias y Generales que se desarrollen desde el año 2013, de nuevas tecnologías para la emisión del sufragio, identificación del elector y escrutinio provisorio", de una diputada de una partido provincial de San Juan.

Los proyectos provienen de diferentes partidos; algunos no definen la tecnología a utilizar y lo dejan librado a la evaluación del Ministerio de Interior; otros proponen en su mayoría sistemas de boletas electrónicas, y solo uno menciona la urna electrónica. Ninguno menciona el voto virtual, es decir, la eliminación de la infraestructura electoral física y su reemplazo por el uso de internet. El proyecto que mencione internet considera principalmente su uso para la difusión de información a los centros de procesamiento de datos, que en Argentina están a cargo de la Justicia Electoral.

Voto electrónico en Salta

“Primera prueba de fuego del voto electrónico en Argentina”. [7] Así titulaba un diario el pasado 10 de abril de 2011 la noticia sobre las elecciones provinciales en la provincia de Salta para gobernantes y legisladores. Si bien hubo experiencias anteriores, la elección de Salta fue la de mayor extensión, involucrando a un tercio del electorado en el marco de un cronograma de implementación progresiva que lograría para el 2015 el voto electrónico en toda la provincia.

La decisión que había sido tomada por el ejecutivo provincial y autorizada por la Justicia Electoral de la provincia, no fue acompañada por un grupo de la oposición, minoritaria en las cámaras provinciales. En 2010 un grupo de referentes de la oposición habían difundido un documento [8], solicitando se revea la decisión y se derogue el voto electrónico. “Ni el Tribunal Electoral, ni el Poder Judicial ni los partidos políticos podrían contar con el personal técnico capacitado para controlar las urnas electrónicas, con lo cual vamos a tener que confiar en que la empresa que provee el sistema, se controle a sí misma, no tenga intereses en el resultado del sufragio y garantice la transparencia de la elección”.

Sin embargo, el ejecutivo provincial avanzó con su propuesta y el 10 de abril votaron en Salta alrededor de 240 mil personas en terminales dispuestas en 720 mesas en la ciudad capital y varios municipios del interior. El sistema utilizado funciona desde una terminal que presenta una boleta electrónica. El sistema, que contiene software privativo, es provisto por Magic Software Argentina [9], una empresa con alta certificación internacional y experiencia en sistemas complejos y de verificación de datos.

El votante elige en una pantalla táctil si se desea votar una lista completa, candidatos de distintos partidos para cada cargo, o emitir en blanco el sufragio. De la terminal sale una boleta impresa con un chip. El votante debe pasar el chip por un escáner instalado en la misma máquina y deberá chequear que en la pantalla se muestre lo mismo que eligió. El elector deposita el voto en la urna tradicional. Un procesador informático en la boleta sirve para cotejar luego con la máquina la coincidencia en el número de electores y entrega el resultado. El acta de la urna es enviada por internet al centro de cómputos. Durante el escrutinio los fiscalizadores sólo deberán pasar los chips por otra computadora para sumar los sufragios. Luego la computadora calcula el resultado. El registro del proceso se envía a través de internet al centro de procesamiento de datos en el Tribunal Electoral.
La versión oficial señaló que la elección fue un éxito, excepto por unos pocos contratiempos. Magic Software informó que se registraron cuatro intentos de hackeo para "saturar" el sitio oficial en el que se difundían los resultados, pero todos los intentos fueron neutralizados”. [10] A la vez mencionaron que “siete computadoras (1% del total) tuvieron inconvenientes y fueron rápidamente respuestas”. Destacaron que media hora después de finalizado el comicio pudieron conocerse los primeros resultados de las urnas utilizadas con este sistema.

Luego de la elección, el gobierno de Salta adelantó el cronograma y anunció que para 2013 votará el 100% del padrón a través del Plan provincial para la implementación de la Reforma Electoral. Anunciaron que realizarán un relevamiento de las escuelas para verificar las infraestructuras y otro de capacitación destinado a docentes, dirigentes políticos, periodistas, y al electorado en general. El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) [11], que acompañaría la capacitación e implementación del Voto Electrónico, evaluó la experiencia, encuestando a 1502 votantes y a 112 presidentes de mesa y concluyeron que: (a) el voto electrónico facilitó la tarea de las autoridades de mesa y aceleró el escrutinio; (b) el nuevo sistema es fácil de usar y tuvo amplia aceptación por parte del electorado salteño; (c) el cambio reforzó la confianza en el registro correcto del voto y debilitó la confianza en la protección del secreto; sin embargo ambos efectos son leves, y (d) la reforma volvió obsoletas las capacidades de fiscalización que los partidos desarrollaron con el sistema anterior. Esto genera incertidumbre y preocupación sobre su capacidad de controlar la operatoria del nuevo sistema.

Ni transparente, ni confiable, ni secreto

En los días posteriores a la elección en Salta la agencia de noticias del Norte Argentino, Copenoa [12], difundió un video que registraba el momento en que la máquina en la que debía votar el gobernador de Salta tuvo problemas de funcionamiento. “La máquina se ’tildó’ y un joven, que suponemos era empleado de la empresa proveedora del sistema, se acercó al equipo para cambiar el software y reinició el equipo con otro CD de software. Ningún fiscal, autoridad de mesa, representante de partido político observando, y aunque lo hubieran hecho, quién sabría lo que hay en ese bendito CD” escribe Beatriz Busaniche de Fundación Vía Libre, y coautora del libro Voto Electrónico, los riesgos de una ilusión. [13] “Esta situación demuestra efectivamente que los fiscales no tienen chance alguna de fiscalizar. Y si esto es así, se ha vulnerado uno de los principios esenciales de la democracia: el derecho ciudadano a auditar las elecciones”.

Las opiniones sobre el sistema en general fueron favorables, en relación a que se trata de uno de los mejores sistemas del mercado. Sin embargo, algunos observadores expresaron preocupación acerca de que si la experiencia se extendiera a todo el país, debería hacerlo sólo con esta empresa, ya que la firma Magic Software tiene sobre el sistema una patente vigente en Argentina con validez hasta el año 2024. [14]

En este sentido, la preocupación surge porque “se trata de empresas privadas que tendrán, repentinamente, el poder de controlar, auditar y manejar el acto de emisión del sufragio”. Ha habido experiencias con otras empresas. Indra, un sistema de origen español, fue utilizado en una experiencia en la ciudad de Marcos Juárez, provincia de Córdoba. La experiencia tuvo algunos inconvenientes ante los cuales, los técnicos de la justicia electoral no pudieron acceder a las auditorías del software utilizado. [15] Otro ejemplo, es el sucedido en la localidad de Las Grutas, provincia de Río Negro, donde se utilizó tecnología desarrollada por Altec, empresa de origen estatal. Este caso es emblemático para quienes se oponen al voto electrónico. Fueron tantos los inconvenientes que se generaron (demoras, errores, pérdida de información) que los concejales de la ciudad no sólo revirtieron la ordenanza de voto electrónico sino que, a través de un documento público pidieron disculpas a la ciudadanía por haber comprado la promoción de los agentes de marketing de esta alternativa.

En el caso de Salta, el mayor cuestionamiento es la imposibilidad del sistema de garantizar el secreto y anonimato del voto. El sistema es pasible de ser interferido desde cortas distancias y es posible obtener la información de lo que se está votando. Esto ocurrió en Holanda y fue lo que determinó la eliminación de voto electrónico [16].  En Salta, las autoridades no tomaron recaudos para evitar los riesgos. Más aún, el hecho de contar con un chip inalámbrico hace más problemática la confianza en el secreto del voto. Cada chip tiene un número único de serie, por ende, asociando quién usó qué chip se puede decir a quién votó cada número de serie.
Otro aspecto a destacar es la opacidad de la tecnología. Un periodista local, experto en el tema definió la situación como un “expertocracia” que crea problemas en la confianza en el sistema: “El asunto es: ¿quién está capacitado técnicamente para saber si el sistema hace lo que sus desarrolladores dicen que está haciendo? Sobre todo, si la totalidad del código fuente no está disponible públicamente. En términos generales, nadie tiene dudas sobre el comportamiento de un sobre –más allá de los históricos métodos de engaño electoral, donde suelen votar hasta los muertos” [17].

En cuanto a la rapidez en mostrar resultados, también es relativizado ya que pasados 45 minutos del escrutinio, el sitio web daba cuenta de no más de 6 mesas efectivamente contabilizadas. Sin embargo los medios de comunicación que cubrían el escrutinio repetían hasta el cansancio que las mesas más rápidas eran las de voto electrónico, reforzando la campaña publicitaria. “En Salta, más allá de Urtubey, el gobernador reelecto, los grandes ganadores fueron los promotores de la tecnocracia y los que prefieren la privatización del acto electoral por encima del ejercicio de los derechos ciudadanos. Y por supuesto, una empresa que, en todo su derecho, está abriendo la puerta a un negocio gigante” denunció Busaniche.

Conclusiones

“El voto electrónico es visto como una panacea por los “tecno-optimistas” para las democracias modernas y como una “caja de Pandora” por sus críticos por posibles manipulaciones”. [18]  Estos son los ejes de la controversia.
En términos generales las voces que más se oyen promoviendo la implementación del voto electrónico son las de los gobernantes que lo proponen como una medida que avanza en la modernización del estado y que acerca el desarrollo tecnológico al ciudadano común. A la vez, ellos sienten que suma transparencia y eficacia al acto de votar.

Posiblemente el concepto de democracia electrónica sobrevuela estas posiciones, debido al potencial de internet para modernizar el estado, de promover la participación política, de incrementar el acceso a la información, de acercar los gobernantes a la ciudadanía y a la vez hacer todo este proceso más transparente. Sin embargo, llevado al terreno electoral, los beneficios de las tecnologías de la información en general y de internet en particular presentan aspectos que hacen vulnerable al acto soberano de votar. En el terreno de lo electoral, sí aparece más valorado y sin cuestionamientos el acceso a la información, como son los ejemplos de la digitalización de los padrones o la difusión masiva de resultados generales a través de internet.
Quienes se oponen al voto electrónico son principalmente especialistas en tecnología o analistas de aspectos sociales y ciudadanos relacionados con la tecnología, que advierten los riesgos que implicaría confiar el acto de votación a una computadora. Señalan que el voto electrónico no cumple nada de lo que promete, excepto la rapidez en el recuento, y de manera relativizada. Destacan que no es transparente, ni confiable y arriesga el carácter de secreto.

En el terreno electoral, los beneficios de las tecnologías de información en general, y de internet en particular, deberían ser evaluadas desde una perspectiva diferente. A pesar de que las tecnologías de información son valoradas por su habilidad para incrementar el acceso a la información a través de la digitalización de las listas electorales, el registro de los votantes y el procedimiento de difusión de los resultados, aplicados al acto de votar, vuelven al proceso más vulnerable y ponen en riesgo a sus principales requerimientos.

La Fundación Vía Libre señala que “no existe hoy día un sistema de voto electrónico que respete en su conjunto los derechos ciudadanos de conservar el secreto del sufragio, la fiabilidad del resultado y el derecho irrenunciable de participar en la auditoría del propio proceso de votación”.

Pasos a seguir

  • Los proyectos de voto electrónico son generalmente propuestos por políticos o legisladores con poco conocimiento de las controversias alrededor de la implementación de la tecnología.\ Por este motivo es importante desarrollar estrategias para lograr poner a su alcance estos cuestionamientos del modo más concreto posible.
  • La población en general tampoco conoce esas controversias. Los medios masivos de comunicación suelen difundir las ventajas de la implementación del voto electrónico. Los cuestionamientos que se hacen a la transparencia en las elecciones deberían ser más visibles en los medios de comunicación y en las redes sociales.
  • Las organizaciones involucradas con los derechos civiles deben tomar estas cuestiones como temas sobre los que intentar incidir. Esto fortalecerá la oposición legal al voto electrónico. Por el momento, las voces escuchadas en Argentina provienen principalmente del ámbito tecnológico.
  • Si la implementación del voto electrónico continúa, debe haber un análisis riguroso y crítico de la tecnología involucrada, que incluiría una variedad de actores en la evaluación (universidades, organizaciones de la sociedad civil, etc.). Es importante implementar mecanismos utilizados previamente para auditorías de las empresas que ofrecen software.

Notas

1. www.elhistoriador.com.ar/articulos/republica_liberal/

saenz_pena_quiera_el_pueblo_votar.php

2. www.elhistoriador.com.ar/articulos/ascenso_y_auge_del_peronismo/el_voto…

3. Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (1983) Código Electoral Nacional. www.biblioteca.jus.gov.ar/CELECTORAL.html

4. www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/160000-164999/161453/norma.htm

5. La tecla (2012) Aníbal y Randazzo chocan por el voto electrónico, 21 de Marzo. www.latecla.info/2/nota_1.php?noticia_id=44991

6. Derecho a leer (2012) Cuatro leyes contra tu derecho a controlar la próxima elección, 10 de Mayo. www.derechoaleer.org/blog/2012/05/cuatro-amenazas-contra-tu-derecho-a-c…

7. I.profesional.com (2011) El voto electrónico y su primera “prueba de fuego” en la Argentina, 10 de Abril. www.iprofesional.com/notas/114222-El-voto-electrnico-ante-su-primera-pr…

8. www.vialibre.org.ar/wp-content/uploads/2010/05/Escrito-oposicion-voto-e…

9. www.derechoaleer.org/2011/04/magia-e-lectoral-en-salta-desmat.html

10. Canal-ar (2011) El voto electrónico funcionó sin inconvenientes en Salta, 11 de Abril. www.canal-ar.com.ar/noticias/noticiamuestra.asp?Id=10600

11. Pomares, J. et al. (2011) Cambios en la forma de votar. La experiencia del voto electrónico en Salta. www.cippec.org/oear/docs/documentos_de_trabajo/DPP_N_94_PYGG.pdf

12. www.copenoa.com.ar/Maquina-electronica-donde-debe.html

13. Fundación Vía Libre (2008) Voto electrónico. Los riesgos de una ilusión. www.vialibre.org.ar/wp-content/uploads/2009/03/evoto.pdf

14. www.patentes-online.com.ar/disposicion-y-metodo-de-voto-electronico-278…

15. Smaldone, J. (2010) Así mienten los vendedores de voto electrónico, 14 de Octubre. blog.smaldone.com.ar/2010/10/14/asi-mienten-los-vendedores-de-voto-electronico/

16. wijvertrouwenstemcomputersniet.nl/English

17. Blejman, M. (2011) El triunfo de la expertocracia, Página/12, 12 de Abril. www.pagina12.com.ar/diario/cdigital/31-166037-2011-04-12.html

18. I.profesional.com (2011) op. cit.