Costa Rica

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Cooperativa Sulá Batsú

El sector económico TIC requiere de la incorporación plena de las mujeres

Cuando se habla de género y tecnología no se puede dejar de lado la participación de las mujeres en el sector productivo de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Es importante plantear este tema desde el enfoque de la igualdad y la equidad de género porque Costa Rica tiene un sector TIC muy dinámico con una alta demanda de profesionales y técnicos especializados en el área de tecnología. La tasa desempleo en este sector económico es de 0%.  Este es entonces un espacio de oportunidad económica, de emprendimiento y de crecimiento muy importante que está siendo aprovechado principalmente por varones del área central del país, generando así una doble exclusión de las mujeres que viven en la zona rural. 

La formación profesional de alto nivel, un buen dominio de varios idiomas y la estabilidad política del país generan condiciones propicias de atracción de empresas del sector tecnología entre las que se encuentran las sedes de Hewlett Packard, Intel, Microsoft, IBM, así como diferentes call centers y data centers. También se ha desarrollado un fuerte sector local de producción de software de alto nivel. 

Un estudio reciente de Tholons ubica a San José de Costa Rica como la tercera ciudad de Latinoamerica con idoneidad para el desarrollo de las empresas tecnológicas. Todo esto demuestra la importancia del sector TIC en este país.

Pero, si se observan los datos de participación de las mujeres se puede suponer que existen factores que van generando condiciones de exclusión a medida que se va escalando en el ecosistema de la industria TIC. Hay un reducido número de mujeres que estudian carreras tecnológicas que se va disminuyendo aún más en los empleos especializados o en la dirección y propiedad de las empresas tecnológicas.

Las estadísticas demuestran que el 96,6% de los profesionales que trabajan en el sector TIC son varones frente a un 3,4% de mujeres según la encuesta de hogares del 2007. Y en puestos de dirección o estratégicos hay únicamente un 13,85% de mujeres. La Camara de tecnología de Costa Rica reporta que solamente un 9,6% de las personas dueñas de empresas TIC son mujeres. En el sector académico, del total de estudiantes de las carreras universitarias relacionadas con el desarrollo de software solamente un 18% son mujeres. 

La poca participación de las mujeres en la industria TIC tiene tres consecuencias muy importantes:

  1. Hay una alta demanda de profesionales y técnicos en el sector TIC que no está siendo satisfecha. Esto contrasta con una gran necesidad de empleo de una importante parte de la población costarricense donde las mujeres representan una mayoría.
  2. La industria TIC requiere de diferentes visiones, habilidades y sensibilidades para sus procesos de innovación y para la generación de productos de calidad. Una integración equitativa de las mujeres permitiría fortalecer la creatividad y la originalidad de los productos tecnológicos que se desarrollan.
  3. Es necesaria la generación de productos tecnológicos que resuelvan problemas sociales, económicos, políticos y culturales en Costa Rica. El diseño de estas soluciones TIC requieren de las contribuciones de los distintos grupos que viven en el país, entre ellos por supuesto las mujeres.

La integración de las mujeres en el sector TIC debe partir de un abordaje integral que inicie con un análisis profundo para comprender cuáles son los factores de exclusión que están generando esta poca participación de las mujeres en un sector económico tan importante. Este es un tema que viene trabajando la Cooperativa Sulá Batsú, miembro de la red APC, hace ya varios años y que actualmente desarrolla en el país un proceso apoyado por ONU-Mujeres enmarcado en el proyecto TIC-as. Desde el enfoque integral que propone este proyecto,  la integración de las mujeres en el sector productivo TIC debería contemplar al menos:

  1. Trabajo con las niñas en edad escolar (especialmente en el segundo ciclo), sus padres, madres, maestros y maestras para reducir los estereotipos de la relación género y tecnología y generar apropiación de las niñas con la tecnología.
  2. La generación de condiciones en las carreras tecnológicas que permitan reducir la expulsión de las mujeres jóvenes y crear condiciones para la permanencia y graduación de mayor cantidad de ellas (matriculas diferenciadas de acuerdo a condiciones de maternidad, redes de apoyo mutuo)
  3. La generación de condiciones apropiadas en el sector productivo TIC que aprovechen justamente las posibilidades de la tecnología para apoyar la incorporación de mayor número de mujeres a los procesos de producción y de dirección de la empresa tecnológica (horarios flexibles, redes de mujeres, capacitación continua en línea, entre otros) 

 La creación de políticas de  estímulo para el emprendimiento de mujeres basado en tecnología tanto a nivel de apoyo técnico como financiero, así como la conformación de redes de apoyo y bases de recursos al acceso de las emprendedoras.

Es importante mencionar que se ha ido generando un interés cada vez mayor por este tema en Costa Rica desde diferentes centros educativos universitarios donde se empieza a reflexionar sobre la necesidad de generar condiciones para la atracción y permanencia de más mujeres en sus aulas. Y también desde algunas empresas que están desarrollando programas de mentorado para las estudiantes y la creación de redes de mujeres ingenieras para la generación de propuestas y acciones que faciliten la integración de las mujeres en el sector TIC. 

Aún queda mucho trabajo por hacer en este campo, especialmente en el sector público y en las instituciones gubernamentales que trabajan el tema de género, el tema de la política digital y el tema del emprendimiento.